Preescolar

Arte y juego

La primera infancia ha de vivirse con total plenitud, con tiempo suficiente para descubrir en colectivo a través del juego, del arte, del intercambio de experiencias de vida, de la exploración, del libre movimiento. 

Solamente se es niño una vez, y así de contundente es el respeto que tenemos por el camino de vida de nuestros alumnos en preescolar.

Como parte de nuestra labor cotidiana ofrecemos un acompañamiento respetuoso y profesional a los padres de familia en el complejo proceso de crianza de los hijos.

Lineamientos del preescolar

El arte

Respeto a la expresión, crear, pensar y sentir

El juego

El mejor momento para ensayar la vida

La infancia

Dejamos a los niños ser niños

La rutina

Anticipar, organizar y sentir confianza

El arte

crear • pensar • sentir

El respeto a la expresión es fundamental para la constitución de la identidad.

Proveemos a los alumnos de preescolar de materiales y de experiencias creadoras a partir de la experimentación, del encuentro con uno mismo desde lo que cada quien construye.

Ofrecemos múltiples alternativas para este proceso que no se circunscribe a lo que se crea con las manos, también en el discurso, en la participación activa, en la pertenencia al grupo brindando fragmentos de uno mismo a través del compartimiento de lo que se crea, de lo que se piensa, de lo que se siente.

El juego

ensayar la vida

El juego es el corazón de la actividad: juguetes, disfraces, sonrisas, ideas, diálogo, correteadas, conflictos que se han de resolver, conversaciones que se prolongan. Son intentos de una socialización que se construye todos los días con todas las vicisitudes que implica.

Es uno de los aspectos más relevantes para el desarrollo pleno y disfrute de la infancia.

El recreo es el mejor momento para aprender a vivir, es un tiempo invaluable. Es cuando verdaderamente se ensaya la vida. Se inventan juegos, se deciden las reglas, se resuelven conflictos, se buscan alternativas.

Los niños pueden venir disfrazados de piratas, de superhéroes, de princesas, de vaqueros, y acompañados de sus juguetes favoritos  y entonces, ¡el recreo se arma en grande!  Y es una aventura que se repite todos los días.

La infancia

dejamos a los niños ser niños

En el preescolar de Tzintli Comunidad no hay indicaciones que han de acatarse sin pensar, nadie tiene que dejar de sentir, de pensar, de existir para tener un lugar en el grupo.
 
Sabemos que los niños se mueven, se inquietan, se comunican, se entusiasman, se contactan con sus propios intereses y van en la búsqueda de respuesta a sus tantas preguntas.
 
No necesitamos que los niños se sienten, se callen, sigan las indicaciones en un libro, se “autocontrolen” y olviden que su cuerpo es el vehículo para asimilar el mundo y su lugar en él.
 
No enseñamos a leer, escribir, sumar y restar para ser exitoso en un mundo globalizado basado en competencias.
 
Aprendemos juntos a vivir en colectividad, abrimos un espacio para una sana y amorosa autoconstitución, disfrutamos, gozamos, nos movemos, nos escuchamos, nos hablamos.

La rutina

anticipar • organizar • sentir confianza

La rutina es el eje de la dinámica diaria, tiene un lugar fundamental.

Los niños pequeños necesitan sentirse seguros en el espacio en el que se encuentran para poder disfrutarlo y participar en las propuestas.

Saber que los días tienen todos el mismo principio, que a pesar de que algunas actividades varían cada día, la secuencia es similar, les da confianza, les permite anticipar, organizar y predisponerse a la participación.

Como parte de la rutina, cerramos cada día sentados juntos con nuestro cojín para escuchar el cuento que la educadora ha seleccionado cuidadosamente para su grupo.